Hacerse mayor a tortazos

Y dirás, ¿a qué demonios viene este título? Crecer es innato en todo ser humano; pasan los días, los meses, los años, y te vas dando cuenta de que se producen cambios en ti, en tu manera de pensar, e incluso en tus prioridades. Cuando era niña mi mayor preocupación era que, cuando salía con mis padres, pudiera haber un parque cerca. Más tarde comencé a preocuparme por mis estudios, mis amigos, mi futuro, mi pareja… Cambié, como cambia todo el mundo, nos guste o no. La entrada de hoy no tiene relación con los cambios que se producen en las personas. No es nada nuevo ni aportaría nada especial.

Vivir en otro país te cambia de por vida. Sentir tu día a día en un lugar donde la pobreza extrema multiplica por diez a las personas acomodadas te cambia de por vida. Vivir lo que yo denomino una “aventura sudafricana” te cambia de por vida. Y ello ocurre, nos guste o no.

Con veintitrés primaveras a mis espaldas, vivir en este país ha hecho que “me haga mayor”. El dinero no es sólo una cosa que siempre tienes en cuenta sino que es una de tus mayores preocupaciones. La casa no se convierte en hogar sola; si no la limpias, se convierte en una piara. Seguro, luz, médico… Si te pones enfermo debes buscarte la vida con tu seguro médico y, sobre todo, lidiar y esperar con tu dolencia en la sala de espera al menos 15 veces más que en España. Sabes a ciencia cierta que entran a robar en las casas. Y lo sabes porque conoces gente que lo ha sufrido. Descubres que tu país no es tan malo y es que aunque España sea un país de pandereta y corrupción, Sudáfrica la supera con creces. Expresarte puede ser complicado, no olvides que aunque domines el inglés a la perfección, no es tu idioma. Debes saber estar sólo y aceptar que la soledad a veces forma parte de tu vida. Pero también descubres amistades que ni de lejos encontrarías en España. El color de la piel ya no te sorprende y las costumbres más estrambóticas aún menos. Conseguir un simple certificado puede costarte más de un dolor de cabeza. Si la persona de turno está de mal humor, ya puedes darte por muerto. El visado sí es la mayor de tus preocupaciones. No digo ya el conseguir un trabajo. La luz se corta y el agua no sale por el grifo cada dos por tres. Tú y tus circunstancias. Tus circunstancias y tú.

Aun y todo, si tienes la oportunidad de vivir una experiencia como la mía, hazlo, no lo dudes. Nunca lo olvidarás. Si volviera atrás, volvería a repetir todos y cada uno de mis pasos. Y eso es así.

10 comentarios en “Hacerse mayor a tortazos

  1. Por tus palabras, más que «a tortazos», parece a golpe de experiencias. Concentradas en un tiempo corto y en un espacio definitivamente insospechado. Pero ambos muy bien aprovechados. Me da que África no ha sido la primera vez que has enfrentado con éxito la dificultad. La que vale, vale. Y tú vales mucho. bsts

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    • Te contaré una cosa mentalista. Mi madre, a la que quiero una barbaridad y echo muchísimo de menos me ha enseñado muchas cosas pero, a día de hoy, la que más se ha quedado grabada en mi memoria es que no hay que dejar que la felicidad se vea nublada por los problemas. como te podrás imaginar, en un país como este y a tantos kilómetros de ella supero las adversidades acordándome de ella y de sus maravillosos consejos.
      Un abrazo 🙂

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  2. Estoy de acuerdo con la mentalista. Más que golpes o tortazos, son momentos vitales que ayudan o empujan a crecer. Conociéndote y conociendo a tu madre y otras personas que han contribuido en tu educación estoy segura que has superado los obstáculos y has sacado chispa de ellos.
    Porque en la balanza de tu recorrido vital, el saldo es positivo. Seguro, seguro, seguro.
    Y ánimo, buen humor y ganas no te faltan.
    Un abrazo

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    • Gracias AB, estoy de acuerdo con la `puntualización.
      Lo he hecho, Sudáfrica me ha enseñado muchas cosas en muy poco tiempo, entre ellas a correr una carrera de obstáculos y superar los pequeños moratones. Como dices, pese a tener moratones y no llegar a la meta la primera, está siendo una carrera preciosa 🙂
      Un beso
      S

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  3. Esmuy raro ver en el mismo texto «23 primaveras» y «hacerse mayor», pero vale, lo aceptamos.

    En una u otra medida siempre se hace mayor uno a base de «tortazos», es más, hay que dejar que la gente se de tortazos, si son pequeños aunque sepas que se lo van a dar, te pueden decir mil veces que si tocas el fuego de una cerilla te quemas, pero cuando no se te olvida es cuando realmente llegas a tocarlo.

    Sudáfrica pues eso, no me lo planteo, soy vago y soy mayor ya para esas aventuras, las viviré con tus tiernos y jóvenes ojos 🙂

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    • Quizás lo expresé mal (tienes bastante razón), me refería a dejar de ser una moco para convertirme en una persona con madurez… better?

      Los tortazos son estupendos, pero sólo cuando sales de ello sin mayor magulladura porque algunos…ejem ejem son bastante mas duros

      Pues dberías planteártelo, es precioso Dess 🙂

      un abrazo,

      S

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      • Mira, hará unos 15 años, aun era mayor que tú ahora 😛

        En casa de mi hermana con mis sobrinitos, la tostadora encima de la mesa, ellos llevando la mano, mi hermana ahí todo loca chillando «tened cuidado», «no metais la mano por dios», pillé yo a uno y le agarré la mano, «venga, métela hombre» y según se la iba acercando él tiraba para atrás porque sentia que coño, quemaba, no llegué a meterle la mano en la tostadora, pero la cosa quedó mucho más clarita que con la teoría 😀

        PD: Precioso será, pero está la leche de lejos 😀

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